«La Triumph Tiger 1200 es una moto hecha para todo tipo de expediciones. No es casualidad que la eligiéramos para este viaje a Gran Bretaña. Nuestra historia narra las aventuras de nuestro viaje desde el sur de Polonia al cuartel general de Triumph en la ciudad inglesa de Hinckley.

Escogimos las islas británicas como destino porque, a pesar de pertenecer geográficamente a Europa, sigue siendo un destino bastante exótico para los motoristas polacos. La naturaleza, la cultura, y por supuesto su tradición motera... existen muchas razones por las que queríamos conocer Gran Bretaña en moto. Y el hecho de que las Tiger 1200 nacieran en la ciudad inglesa de Hinckley nos daba una razón más para hacer este viaje: llevarlas de vuelta a su casa».

El peor tramo fue, por supuesto, las autopistas alemanas: la lluvia y el frío no contribuyeron a que los tramos entre paradas para repostar fueran muy gratificantes. Afortunadamente, las nuevas Tiger son motos muy cómodas. Pudimos viajar de forma rápida y eficiente por la parte continental de Europa Occidental.

La moto que elegimos fue la Triumph Tiger 1200. Uno de los modelos era una Tiger 1200 Rally Pro, y el otro, una Tiger 1200 Rally Explorer. Ambas motos destacan por su confort, su estabilidad y su precisión de conducción. Los puños y el asiento calefactables (en la versión Explorer) y la buena protección contra el viento nos permitieron viajar cómodamente incluso a temperaturas inferiores a 10 °C.

También visitamos la fábrica de Triumph y nos sumergimos en la historia que explica la Triumph Factory Experience. Este lugar es, sin lugar a dudas, una de las visitas obligadas para todo apasionado de las motos.

No es fácil decir cuál de las máquinas del museo me causó un mayor impacto. Ciertamente, ver la moto de la película “La Gran Evasión” es una experiencia inolvidable, pero la primera Bonneville, o la primera tricilíndrica de Triumph, son otras dos perlas que le ponen los pelos de punta a cualquier fan de las motos.

El Reino Unido nos causó a ambos una impresión muy positiva. Gente amable, visitas informales al festival Goodwood Revival, hacer vivac (aunque eso en Inglaterra es bastante duro), paisajes bonitos, cultura interesante y deliciosa cerveza local. Nos quedó mucho por ver, por lo que tenemos la intención de volver a las islas lo antes posible, tal vez incluso este mismo año. ¡Lo estamos deseando!»