LA AVENTURA ÉPICA DE LA TIGER 1200 | CABO OCCIDENTAL (SUDÁFRICA)
Sudáfrica ofrece a los motoristas una gran cantidad de parajes remotos cuya diversidad y espectacularidad son realmente difíciles de superar. El país, con una red de más de 700.000 kilómetros de pistas de tierra, es el destino soñado por todos aquellos motoristas que deseen emprender una aventura épica en tierras lejanas a los mandos de una Tiger 1200.
Durante los últimos 5 años, dos amigos, Bruce (CEO de Triumph Sudáfrica) y Joe (propietario de Bonafide Moto Co), han viajado juntos por varios países del África meridional. En marzo de 2023, emprendieron juntos una nueva aventura en la que se proponían explorar el Cabo Occidental de Sudáfrica. Su objetivo era reconocer algunas rutas para futuros viajes y poner a prueba la Tiger 1200 en terrenos comprometidos. Joe nos cuenta a continuación cómo les fue en su aventura.
«Hace años ya hice parte de esta ruta con mi camión, pero recorrer con una Tiger 1200 todos esos pasos de montaña y tramos remotos de caminos de tierra y literalmente asomarse a la punta más meridional de África, el Cabo de las Agujas, es una de esas experiencias que hay que vivir una vez en la vida», dijo Joe Fleming.
«Triumph es mi trabajo en Sudáfrica, pero también es mi válvula de escape. Al vivir en Johannesburgo, no tenemos muchas ocasiones de experimentar la enorme belleza que el Cabo Occidental ofrece. La Tiger 1200 es mi moto para el día a día, por lo que esta aventura fue una forma increíble de experimentarla en su “hábitat natural”», dijo Bruce Allen.
¿Por qué escoger el Cabo Occidental para una aventura épica?
«La mayoría de viajes y aventuras organizados por Bonafide Moto Co parten de Johannesburgo, nuestra base de operaciones. Para los turistas procedentes de Europa y otras zonas, Ciudad del Cabo tiende a ser el destino preferido al que volar y en el que pasar la mayor parte de su estancia en Sudáfrica.
La ciudad cuenta con algunas de las mejores playas del mundo, puedes disfrutar de magníficas caminatas a tan solo unos minutos en coche desde la playa y es un magnífico punto de partida para salidas de un día a bodegas u otros destinos de interés.
Teniendo esto en cuenta, trazamos una ruta que partiera de Ciudad del Cabo y llevara a los participantes a visitar algunos de los pasos de montaña más emblemáticos del Cabo Occidental, así como algunos parajes remotos de la zona. Hay muchos días en que pueden pasar horas sin que te encuentres con ningún otro vehículo, ser humano o animal. Sudáfrica es un país especial, en el sentido de que es fácil salir de la ciudad en moto, tomar un camino de tierra y adentrarte en un paraje remoto».
¿Cuánto duró el viaje?
«La ruta que escogimos para esta aventura totalizaba 1.300 km y decidimos recorrerla en 4 días. Aproximadamente el 40 % de la ruta eran pistas de tierra. Para dos motoristas esta distancia es manejable, pero también supone un reto considerable. Sabíamos que habría que madrugar y que las jornadas serían largas, pero de eso se trata cuando emprendes este tipo de reconocimientos.
Cuando invitemos a otros motoristas a participar podremos ampliar el concepto. Para que el viaje sea más manejable, reduciremos la distancia recorrida cada jornada para que la gente tenga un poco más de tiempo de experimentar el país.
Para el siguiente viaje también ampliaremos la distancia total recorrida y el número de días, con el fin de explorar otras ubicaciones que no tuvimos oportunidad de visitar, como Tankwa Karoo. Estoy deseando ofrecer este viaje en el futuro para que pueda disfrutar de él cualquier persona de cualquier rincón del planeta. Queremos que Sudáfrica se convierta en un destino prioritario para los motociclistas».
¿Cuáles fueron las principales dificultades del viaje?
«La gran cantidad de lluvia que encontramos puso las cosas interesantes. Los partes meteorológicos indicaban que existía una probabilidad de lluvia bastante elevada, pero según mi experiencia nunca sabes qué te vas a encontrar en un sitio hasta que estás allí. Llovió en 3 de los 4 días del viaje, pero yo creo sinceramente que poder recorrer esta parte del país en unas condiciones tan excepcionales como las que nos encontramos fue una gran experiencia.
Además, tuvimos suerte con la planificación. Pudimos esquivar a tiempo unas cuantas tormentas grandes y nunca tuvimos que sufrir condiciones difíciles de soportar.
Esta parte del país es conocida por su clima seco y árido, así que tener la oportunidad de disfrutarla bajo la lluvia fue algo verdaderamente especial. Nos permitió movernos con un poco más de lentitud, disfrutar de las vistas y conocer esta zona bajo otro prisma».
«El paso de Rooiberg era un poco más técnico, con un montón de rocas sueltas por todas partes, pero de nuevo la Tiger 1200 superó las dificultades sin problemas. Rodamos a baja velocidad para que la moto fuera subiendo la montaña lentamente. No tuvimos ningún problema y las motos respondieron estupendamente».
«Estas Tiger 1200 son increíbles; ofrecen la agilidad de una moto de aventuras de peso medio con la potencia y el confort de una motor de aventuras de gran cilindrada. La moto te da una gran confianza, ya sea trepando por un acantilado rocoso o vadeando ríos o recorriendo los caminos de tierra abiertos, que por cierto estaban muy bien cuidados», dijo Bruce.
¿Cuál fue vuestra parte favorita del viaje?
«Para mí fue la parada en aquel restaurante llamado “Kobus Se Gat.” De hecho fuimos dos veces, jajaja. Está en el lado sur del paso de Swartberg, justo antes de adentrarte en los caminos de tierra. Llevábamos 3 o 4 horas rodando bajo la lluvia, estábamos empapados y teníamos frío y hambre. Entramos con nuestros trajes impermeables empapados por la lluvia y los casos aún puestos. Al instante me llamó la atención el enorme hogar con un vigoroso fuego ardiendo en él.
Lo primero en que pensé fue en pedir una taza de café y algo de comida y quitarme toda la ropa mojada (calcetines, botas, guantes, etc.) para ponerla al lado del fuego. Parate en algún sitio para que tu ropa mojada se seque al lado de una hoguera y comer algo es el final perfecto para un día en la moto.
Consejo profesional: Si paras allí a desayunar o comer, recomiendo pedir un Roosterkoek (pan tradicional sudafricano) con huevo, beicon y queso», dijo Joe.
Bruce comenta: «Yo destacaría del viaje todos esos momentos inesperados que trajeron unas lluvias tan excepcionales para la zona. Rodar por un camino de tierra, atravesando corrientes de agua, y a veces carreteras arrasadas, sin ver un alma durante 150 kilómetros, o llegar a un puente bajo y ver personas atrapadas al otro lado, esperando a que el nivel del agua bajara. O acercarte a un paso de montaña con el cartel de “camino cerrado” por las inundaciones, y pensar “no hay problema, vamos con dos Tiger 1200”. Eso es para mí una aventura en moto».