LEE MORRISON | ON SET
Durante varios meses, el equipo preparaciones de Triumph trabajó a puerta cerrada con el equipo de especialistas de la película para configurar las motos destinadas al rodaje de la película, incluyendo la preparación especial de las Tiger 900 y Scrambler 1200 que se enfrentarían a las vertiginosas escenas de acción y que estos especialistas de fama mundial reclamaban.
"En primer lugar, como coordinador de especialistas, debo estar seguro de que podemos rodar la acción con esa moto. ¿Es lo suficientemente ágil y potente para que los especialistas hagan lo que yo quiero? Y después, lo que es más importante, ¿Se ajusta a la historia de la película de una manera creíble?
Nos encantó la estética de la Scrambler 1200, y ya sabíamos que las usaríamos en Sin tiempo para morir, pero más tarde Triumph nos ofreció varios prototipos de una moto que aún no se había lanzado en ese momento, y esa era la Tiger 900. Todo el equipo se dio cuenta rápidamente de que se trataba de unas motos increíbles. Estuvimos utilizando mucho el modo Off-Road Pro y las escenas que salieron son asombrosas... absolutamente increíbles”.
«Ante todo, como coordinador de especialistas, tengo que estar seguro de que podemos llevar a cabo la escena de acción con la moto prevista en el guión. ¿Es lo suficientemente potente y ágil como para que los especialistas consigan hacer lo que yo necesito que hagan? Y además es imprescindible que encaje en el argumento de la película de una manera que resulte creíble en pantalla».
«Nos encantaba el estilo de la Scrambler 1200 y sabíamos que queríamos utilizarla, pero apareció Triumph y nos ofreció también el prototipo de una moto que aún no se había lanzado al mercado en aquel momento, que era la Tiger 900. Todo el equipo de especialistas nos dimos cuenta enseguida de que esas motos eran impresionantes. Las utilizamos muchísimo con el modo Off- Road Pro y los resultados en escena fueron espectaculares, absolutamente increíbles».
¿Qué te gusta de la Tiger 900?
«Hemos pasado mucho tiempo sobre la Tiger y es una moto muy equilibrada. Te lo pasas bomba con ella. Hace poco estuve en la presentación de la Tiger 900 para la prensa en Marruecos. Pones el control de velocidad, te acomodas y disfrutas del viaje. Y luego e vas al otro extremo: desconectas todo, activas el modo Off-Road Pro y descubres que todo en esta moto, la posición del cuerpo, las estriberas, el manillar, hasta el lanzamiento de la horquilla, es perfecto. La Tiger 900 es una moto que inspira una confianza total. Te permite exigirle a tu conducción todo lo que te atrevas o tomarte todas las libertades que quieras, ponerte de pie sobre un estribo mientras derrapas en tercera, hacer caballitos a baja velocidad o dejarla resbalar al estilo Supermotard. Creo sinceramente que es una de las mejores motos que he llevado, es fantástica».
¿Y qué te gustó de la Scrambler 1200?
«Buff, es divertidísima, ¿a qué sí? Nada más subirte a ella ya estás disfrutando como un loco. Le desconectaba todo (modo Off-Road Pro) y la llevaba como si fuese una moto de cross, no me podía quitar la sonrisa de la cara. Recuerdo que antes del rodaje me preocupaba por los posibles problemas eléctricos. No me había dado cuenta de que absolutamente todas las conexiones eléctricas de las Triumph de prueba eran completamente impermeables, eso no lo hacen muchas marcas. No tuve ni un problema eléctrico durante todo el rodaje, y eso que usábamos las motos día si y día también, metiéndolas en charcos y cursos de agua de cuatro dedos de profundidad, un palmo, ¡hasta medio metro!
«En Sin Tiempo para Morir llevamos la Scrambler 1200 a todo lo que daba, no se puede ser más agresivo con una moto. Levantamos barro en Escocia, derrapamos por las callejuelas de Matera (Italia), atacamos escaleras en tercera con el puño roscado, cambios bruscos de dirección, saltos, todo lo que se te pueda pasar por la cabeza... y la moto se portó como una campeona».
¿Cuál fue la escena de acción en moto más complicada?
«Bueno, con la Tiger, y no hay que olvidar que hablamos de especialistas profesionales, diría que la escena de la persecución rodada en Noruega, cuando íbamos a toda velocidad rebotando contra los costados de los coches. Fue increíble ir detrás del especialista principal, dirigiéndole y diciéndole constantemente que se metiera, que se pusiera junto a Bond y le aporrease la puerta, pegado siempre a él. En cierto momento hicimos saltar a la Tiger por encima de un coche y por debajo de un helicóptero. Tener confianza en la moto como para hacer esas cosas mientras vas disparado, dirigiendo a los demás por el pinganillo, demuestra lo buena que es».